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Un día como hoy, pero de 2001, me decidía a crear mi propio weblog. A pesar de tener un “homepage” desde 1995, no es si no en esta fecha tan significativa que la primera entrada del blog. Hoy en día, Isopixel es parte fundamental de mi vida profesional y personal. Una marca en torno a la cual gira mi proyecto de vida.
En este aniversario 11, quiero compartirles un texto que formó parte de una conferencia magistral que impartí en Colombia el año pasado. Creo que en el se resumen casi 17 años de trayectoria; es un poco extensa pero en el explico como he llegado al sitio donde me encuentro en este momento.
Alguna vez leí que si encontrabas lo que te apasionaba en la vida y lo hacías, jamás tendrías que trabajar; en este punto estoy hoy.
Si no te gusta tu trabajo y también quieres ser feliz haciendo lo que haces, quizás quieras leerla y tal vez, hasta la encuentres inspiradora:
“Si algo sirve ya está obsoleto”
-Marshall McLuhan
Buenas tardes. Es un verdadero honor estar con ustedes en Campus Party Colombia.
Antes que nada permítanme contarles un poco lo que me ha traído hasta aquí. Al menos lo que yo considero que ha sucedido es que soy un tipo muy afortunado. Este es un escenario muy importante para mi.
Uno de los factores más importantes para poder estar aquí es el hecho de estar conectado. ¿Qué significa estar conectado? Es aprovechar el potencial de la tecnología y del Internet principalmente para forjarse una identidad digital.
¿Cómo se puede hacer esto? De manera totalmente fortuita, casi azarosa en un primer momento porque en realidad no es algo que yo buscara sino que se fue dando sin que me diera cuenta.
Yo soy diseñador gráfico de profesión, estudié la carrera de Diseño en la Escuela nacional de Artes Plásticas, de la Universidad nacional Autónoma de México. Hice una Maestría en Artes Visuales en la Academia de San Carlos, dependiente también de la UNAM.
Comencé haciendo el servicio social en 1995, en la DGSCA, una de las instituciones de TI más importantes de México. Mis primeras aproximaciones con el cómputo se limitaban en ese momento a un curso de una semana de “Windows 3.1 para trabajo en grupo” que había tomado con el tío de un amigo. Para no irme más lejos, lo que yo sabía hacer y no sin ciertas dificultades, era encender la computadora y apagarla.
La gente de la DGSCA era sensible a que todo ese mundo de Internet, Web, multimedia era algo nuevo y se abrían las oportunidades sin que hubiera mucha exigencia para los novatos como yo. Así que comencé en la meca de las TI en México sin tener una puñetera idea de cómputo.
Siendo un diseñador de vieja guardia, acostumbrado a los lápices, al papel, al rapidógrafo, a la tinta china, al recorte, la fotocopia, al pegamento. Todos esos materiales que hoy en día suenan tan lejanos a los que actualmente estudian diseño, eran los que forjaban el carácter de ser diseñador. No era una carrera para cualquiera, realmente había que tener vocación. Hoy en día alguien con una computadora y la CSS Suite de Adobe ya se cree diseñador.
En aquel momento, el llegar a un centro de Cómputo donde se trabajaba con Internet y algo muy novedoso llamado Web, era casi mágico para mi. Una de mis primeras labores fue diseñar sitios Web. Que gracia me dirán ustedes, actualmente cualquiera diseña páginas Web.
Es cierto, pero recordemos que año del que les estoy hablando. En México en ese momento había sólo un puñado de sitios Web, y eso solo en algunos lugares muy específicos como universidades y centros de investigación.
Quienes “diseñaban” las páginas Web eran ingenieros, y lo hacían en estaciones de trabajo con un sistema operativo llamado UNIX, en un editor llamado Vi, con el que escribían código HTML. Los ingenieros en sistemas o programadores sabrán de lo que hablo. El UNIX de hoy o los diversos sabores de LINUX que proliferan ahora no tienen nada que ver con lo que me tocó vivir.
Estoy hablando de una pantalla negra con un cursor verde parpadeante y un lenguaje de programación que no tenía sentido para mí. Imaginen la congoja de un diseñador gráfico acostumbrado a mancharse los dedos con tinta y recortar papeles para hacer su trabajo, frente a uno de esos armatostes.
¡Ah! Porque no había manuales, no existían los tutoriales que si hoy “googleamos” saldrán por miles, si no es que por millones. Recuerden nuevamente que estamos hablando de la prehistoria del Internet. Se aprendía de la prueba y el error. Así tuve el privilegio de ser uno de los primeros diseñadores gráficos en México en diseñar páginas Web.
Estaba yo cursando el último año de la Universidad, realizaba mi servicio social. Iba por las mañanas a la DGSCA y después a la escuela. Donde muy contento les contaba lo que yo hacia a mis compañeros. Todos me miraban con extrañeza y ponían cara de que diablos habla este loco.
Tratar de explicarles que yo hacía páginas Web era y como lo hacia, era como hablarles en sánscrito. Porque las páginas Web se escriben, no se diseñan… Introducías código extraño llamado HTML en un editor de textos y ¡Voila! la magia ocurría.
En otro programa llamado navegador aparecía una pantalla con imágenes y textos ordenados. Podías agregar negrillas, itálicas, alinear el texto a la derecha o a la izquierda o centrarlo, tal como se hacía para diseñar un libro o una revista impresa. Pero mucho mejor, porque había algo llamado hipertexto, enlaces que con un sólo clic te mandaban a otra publicación con más información. Se podía bajar además un poco de multimedia; es decir, había sonidos e imágenes juntas. En definitiva, aquello era como magia.
Son los tiempos del navegador Mosaic, padre de todos los navegadores que hoy podemos ver. Poco tiempo después llegaría Netscape, un navegador que había sido creado por el mismo equipo que antes había creado Mosaic, pero con una visión enfocada totalmente en los negocios.
Mosaic había sido desarrollado con fondos públicos en la universidad de Illinois, así que Marc Andreessen, se llevo a parte del equipo y fundo Netscape Communications. Aquel viejo Netscape (que nostalgia) cabía en un disquette de 3 1/2 pulgadas.
Si me apuran un poco yo diría que Andreessen es uno de los primeros visionarios en hacer negocios millonarios en este incipiente ecosistema basado en Internet. Años después Netscape sería vendida a AOL en unos 4,000 millones de dólares. Era la época del auge de los punto com, que en marzo del 2001 llegaría su punto culminante, pero esa es otra historia…
Permítame retomar el tema. Les contaba yo que era complicado decirle a la gente que yo diseñaba páginas Web, pues Internet no era algo que podías encontrar en cualquier casa. Vaya no había en ese entonces ni siquiera empresas que proporcionaran acceso vía módem. La proliferación de ISP’s llegaría un par de años más tarde, haciendo accesible Internet para unos cuantos privilegiados que lo podían pagar.
A pesar de la extrañeza de la gente y mis compañeros, era yo feliz diseñando sitios Web.
Continúo relatándoles por que pienso que estoy parado aquí antes ustedes, en este maravilloso auditorio a miles de kilómetros de mi país y no en una oficina fría y desangelada trabajando para alguna empresa o alguna universidad.
En mis inicios no tarde demasiado en familiarizarme pronto con internet, el Web, las redes de computadores, el email. Desde que terminé la universidad mi vida profesional ha estado siempre ligada a Internet y al Web. Desde el principio tenía mi propia página, con su flamante libro de visitas, ahí subía algunos de mis trabajos escaneados, tenía una dirección de correo electrónico donde me podían contactar.
Además mi tesis de licenciatura fue crear una metodología para diseñar el sitio Web de la Escuela nacional de Artes Plásticas, un verdadero logro para mí. Es una de las primeras tesis en México sobre este tema.
Así las cosas, gran parte de mi trabajo consistía en estar conectado al menos 8 horas al día. Investigar sobre nuevas tecnologías, protocolos, lenguajes y aplicarlos al trabajo de todos los días. Había que navegar y encontrar recursos, manuales y nueva información. Mis marcadores crecían con una gran cantidad de recursos muy útiles para cuando se necesitaban.
¡Ojo! Consideren que estoy hablando de una época antes de Google. Así es jóvenes, Google y la Wikipedia no siempre han estado allí. Quienes gobernaban en ese tiempo eran Yahoo, Altavista, AOL y algunos otros portales que se habían hecho populares y permitían entre otras decenas de cosas, hacer búsquedas en aquel mar de información que poblaba la Internet.
Así las cosas, tuve la fortuna de vivir la historia y evolución de este ecosistema desde sus inicios. Desde la web 1.0 de sólo hipertexto e imágenes a la web multimedia e interactiva hasta la llamada Web 2.0 o Web social, donde lo más importante es la interacción y el flujo de información generada por los usuarios. No exagero si digo que debo tener cuenta en la mayoría de los servicios que se fueron creando a través de los años, en decenas de cuentas y contraseñas ya olvidadas. ICQ, Geocities, Yahoo, Myspace, Hi5, Badoo, entre muchas otras…
Todo esto no tendría mayor relevancia sin la entrada en escena de algo que marcaría una revolución que persiste actualmente, estoy hablando de los weblogs. Un sistema basado en Web que permitía que cualquier persona sin apenas conocimientos técnicos pudiera publicar información en Internet de manera muy sencilla y lo que es más importante, de manera gratuita.
Los autores no se ponen de acuerdo, algunas fuentes sitúan la emergencia de los weblogs a finales de 1977 y principios de 1988. Aunque otros autores menos ortodoxos consideran que el primer weblog fue el primer sitio web: “What’s News” un sitio hecho por Tim Berners-Lee en el que iba publicando los nuevos sitios Web que gradualmente iba dándose de alto. Este sitio ya tenía algunos elementos que posteriormente caracterizarían a los weblogs, es decir, anotaciones, con links hacia otros sitios, con algún comentario de lo que se podía encontrar al final del enlace.
Considero que los weblog son uno de los grandes hitos de Internet moderno. Hasta antes de ellos la Web se había convertido en un amasijo de información granítica e inmóvil. Se creaban sitios Web y se abandonaban a su suerte acumulando polvo digital. Las políticas de las empresas de ninguna manera estaba enfocadas a lo digital. Los sitos web corporativos se quedaban meses si no es que años, sin apenas cambios.
Los pocos medios en línea en ese momento pasaban los mismos filtros editoriales que su contrapartes offline. La información en ese tiempo aunque abundante no era muy fresca que digamos.
La poca información independiente que se podía encontrar era de aquellos afortunados que podían darse el lujo de tener acceso a Internet, poseer conocimientos técnicos, saber algo de HTML, hacer FTP para transferir archivos. En definitiva publicar en Internet algo antes de los blogs no era una tarea sencilla.
Como en su momento Mosaic, el primer navegador gráfico creo las condiciones necesarias para que el Web e internet se popularizaran y se hicieran accesibles para todo mundo, creo que los weblogs son los responsables de la verdadera revolución Social Media que hoy en día estamos viviendo.
Son los weblogs los que logran modificar la estructura misma de la web, democratizando realmente la publicación en línea, sin ningún tipo de filtro editorial. ¿Lo quieres decir? Crea un weblog, y súbelo. Así de sencillo…
Pitas es una de las primeras herramientas para crear blogs de manera gratuita, era una herramienta muy sencilla, en pocos minutos tenías tu blog llenando un sencillo formulario. Pocos meses después surgió una empresa llamada Pyra Labs que creo un sistema llamado Blogger, a muchos les resultará familiar, y si no, es que han estado viviendo en una caverna. Blogger es una de las herramientas fundamentales para la posterior popularización de los blogs. Google lo compraría un par de años después en varios millones de dólares.
Permítanme hacer un alto y recapitular. En aquel entonces yo tenía mi propio sitio web y gracias a mi trabajo tenía literalmente cientos de recursos almacenados. Mis bookmarks eran muy útiles para el trabajo, pero eran míos, estaban en mi propia computadora, los consultaba cuando se requerían.
Un paso natural para mí fue crear mi propio weblog. De este modo y de manera fortuita me toca ser pionero del blogging en español. El primer Isopixel aún se puede encontrar en línea en: http://isopixel.blogspot.com. Sin duda ser pionero en cualquier área te da ciertas ventajas, en aquel momento no lo sabía. Yo no quería ser pionero de nada, sólo quería tener mi propio weblog. Tenía 26 años. Hoy cualquier chico de 7 años monta un weblog…
En ese primer Isopixel iba publicando los links que ya poseía. La mayoría relacionados con el diseño. Había tutoriales, manuales, ejercicios. Recursos gráficos, cliparts, programas, plugins de Photoshop y bancos de imágenes, y un montón de cosas más que como diseñador me hacía la vida más fácil
Además de recursos y cosas útiles para los diseñadores, Isopixel como todos aquellos viejos weblogs, era también mi espacio personal, en el que escribía sobre el día a día, compartía fotos, o mis estados de ánimos, escribía anécdotas de mi trabajo y sobre mis amigos. Justamente todo eso que ahora hacemos en Facebook y Twitter. Algo que caracterizaba a aquella blogs primigenios era el carácter personal de cada blog.
Además de un espacio de catarsis, Isopixel fue en su origen un recopilatorio de todos esos links que ya tenía y de los que iba encontrando en mis frecuentes viajes por el Web, que no eran pocos. Recuerden que estaba en línea por mi trabajo, al menos 8 horas al día. Todo un privilegio si consideran que el acceso a Internet en aquel tiempo era muy limitado.
De esta manera, la gente que llegaba al blog además de leer un poco sobre mi vida, encontraba ordenado de manera cronológica y por categorías una gran variedad de recursos sobre diseño. No era poca cosa, pues les ahorraba el trabajo de navegar, buscar y evaluar. Así el sitio pronto se hizo popular y empezó a tener muchas visitas.
Isopixel nace el 14 de septiembre de 2001. Unos días después del famoso 11 de septiembre y las Torres Gemelas, Puedo decir que uno de los motivos que me orillaron a montar mi blog fue el de las Torres Gemelas. Ese día casi todos los sitios Web de noticias colapsaron debido a que todos querían entrar de manera simultánea. De esta manera los blogs se convirtieron en una maravillosa herramienta de comunicación para quienes buscaban información sobre lo que estaba pasando en Nueva York.
Recuerdo como Zona Geek, el blog de Sebastian Delmont, que vivía cerca de la Zona Cero se convirtió en una de mis mayores referentes para seguir la tragedia. Sebastian informaba de lo que estaba pasando, el sentir de la gente, visitaba albergues, compartía listas de los desaparecidos, subía fotografías y nos daba un pulso muy cercano de la situación. A falta de CNN y demás sitios de noticias, los bloggers tomaron la estafeta para convertirse en verdaderos reporteros ciudadanos.
Perdón, me desvié nuevamente del tema. Sólo quería que conocieran un poco el contexto de como nace mi blog.
Al cabo de casi un año, un 3 de agosto precisamente, día de mi cumpleaños. Decido regalarme un dominio y mi propio hosting. De esta manera traslado toda la información de Blogger a su actual dominio: Isopixel,net. Con un diseño y dominio propio…
¡Qué orgulloso estaba! El blog tenía reconocimiento y tráfico. No era raro que en diferentes universidades se me llamara para hablar sobre Internet, Web y weblogs. Era digamos un pionero y conocedor del tema de manera cercana; mi red de contactos era amplia, me conocía mucha gente, curiosamente más del extranjero que en México.
Mi labor como blogger era más bien underground. Recuerden que yo trabajaba en una Universidad muy grande y prestigiosa. No quería que en mi trabajo se enterarán que hacía, ni tener problemas por lo que publicaba en el blog. En Isopixel no aparecía mi nombre por ningún lado. Así yo daba conferencias, me entrevistaban en periódicos y revistas y mi sitio era bastante popular y en su momento uno de los blogs más visitados en México, incluso más que algunos medios online.
Así el reconocimiento era para Isopixel.net, y muy poco de ese “éxito” permeaba para la persona Raúl Ramírez. En ese momento no me interesaba mucho figurar. Pues tenía un trabajo estable, bien remunerado en una de las universidades más prestigiosas de Hispanoamérica. Yo pensaba que nada más me hacía falta. (Craso ERROR. En seguida les relato por que.)
A través de aquellos primeros años me involucré en muchos proyectos. Ayudaba y me unía a cuanta iniciativa se creaba. Aquella blogosfera inicial era como un gran pueblo donde todos nos conocíamos. Me toco ser creador de algo llamado Weblog Magazine, el primer ezine electrónico sobre weblogs, en el que escribía lo más selecto de la blogosfera en Español.
En 2005 fundo Blogs México, el primer directorio de weblogs mexicanos. Con un incipiente sistema de web social. El proyecto por diversas razones que no vienen al caso no tuvo continuidad.
Les contaba que Isopixel.net el weblog era “famoso”, no así yo, su creador. Así pasaron los años, 8 para ser exactos. Tenía 34 años…
Mientras tanto, la constante en mi trabajo se puede resumir con las siguientes frases: “Lo necesito para ayer”, “No te vas hasta que no termines el proyecto”, “Te toca venir el fin de semana”, “Móntate un sitio, pero no tenemos nada de información ni imágenes ni logotipos”.
Obviamente todo el trabajo realizado de esta manera al terminar el día se iba a la basura. Todas aquellas cosas que se crean sin planeación no se sostienen demasiado. Esto duro un par de años…
Así mi trabajo en la universidad paso a ser de diseñador a bombero. No esta mal atender emergencias de vez en cuando… Pero cuando esto sucede todos los días toda la semana, todos los meses, deja de ser divertido. El ánimo baja, al igual que la salud. El estrés de estas condiciones es algo que no le deseo a nadie.
No voy a hacerles el cuento más largo, un buen día, lo recuerdo muy bien, fue una semana antes de mi cumpleaños, sucedió algo que me marco definitivamente… Al levantarme a las 8 de la mañana para ir al trabajo, estaba cepillándome los dientes y una lágrima rodó por mi mejilla… Así es, estaba yo llorando antes de ir al trabajo. Un trabajo que amé por más de 10 años, aquella mañana descubrí que me pesaba y demasiado.
No señores, un trabajo que te provoca llorar de impotencia por las mañanas no es un trabajo digno…
Así las cosas, ese mismo día hable con mi jefa y renuncié. Le di las gracias cuando los efectos de la crisis mundial del 98 se estaban sintiendo con mayor rigor… En esas fechas muchas empresas en México habían cerrado y las que se habían mantenido seguían a flote con muchos problemas. Había renunciado a un trabajo que la mayoría de mis amigos y mis familiares consideraban muy bueno, en un momento que la situación en México y a nivel mundial no iba muy bien.
Más aún ¿Se acuerdan del brote de gripe porcina o H1N1? Tal vez les toco ver en as noticias escenas de un México apocalíptico, el gobierno dio la orden que se suspendieran las actividades, no había clases en las escuelas, las empresas permitían que se trabajara desde casa. Los pocos temerarios que se arriesgaban a salir a la calle lo hacían enfundados en sendos tapabocas. Parecían escenas la película Exterminio.
Para estas alturas del partido, ya había pasado un par de años de algo llamado Twitter. Una herramienta muy ociosa cuya premisa fundamental era ¿Qué estás haciendo? Qué flojera ¿No?
Debo confesarlo. Twitter en ese momento se había convertido en una buena manera de hacer catarsis y quejarme sobre lo ingrato que era mi trabajo.
Ser pionero en Twitter también ha traído sus ventajas… Sin darme cuenta empecé a la herramienta de manera sistemática. Además de uno de los twitteros “civiles” con mayor número se seguidores en México (Claro, existen otros que me sobrepasan por mucho, pero son actores, cantantes o periodistas) soy uno de los más activos, esos 175 mil updates mi trabajo me han costado.
Quiero hacer notar que para cuando Twitter llegó yo ya tenía digamos una trayectoria en la academia dando clases, como blogger, como diseñador, dando charlas sobre estos temas. Había fundado junto con un grupo de amigos, Gustavo Arizpe y David Ochoa Café de Altura, un foro de apoyo a emprendedores y que hasta hoy continúa… Algo similar a Wayra pero sin los miles de dólares!
Muchas personas creen que mi trabajo se basa en Twitter, que sin Twitter no sabría que hacer. Déjenme decirles que para cuando me decido a renunciar a mi trabajo, tenía alrededor de 10 mil seguidores. No era una mala cifra pero estaba muy lejos de la locura que se vino después.
Traigo el tema a colación porque sin darme cuenta empecé a hacer lo que algunos llaman branding personal. Así es, comencé a trabajar en una imagen y personalidad propia. A pesar de que mi trabajo me respaldaba, mi trayectoria como blogger y maestro de diseño gráfico era reconocida, lo era en un círculo muy pequeño. El auge y popularización de las redes sociales sin duda vino a potenciar este hecho.
Antes de que me lanzar a crear mi propia agencia de marketing digital realmente poco me importaba mi imagen digital. Mi vida profesional y la manera de ganarme la vida estaba totalmente ajenos a ella. Así que amigos, si ustedes están en esa posición, no me hagan caso e ignoren lo que les he venido contando hasta ahora. Hagan de su Twitter un papalote y échenlo a volar.
Sin tratar de ser paternal ni caer en el consejo fácil, me gustaría preguntarles que imagen quieren que la gente perciba de ustedes. El del chico que en Twitter y Facebook siempre es el alma de la fiesta y siempre sale con un vaso de alcohol en una mano y en el otro un cigarro? Insisto, si ese es tu fin y te diviertes con ello, adelante. No hay ningún problema.
Solamente hacer notar que lo que digas y hagas en Internet no se lo lleva el viento. Ahí estará la caché de Google o alguna captura de pantalla que alguien realizo en algún momento, para recordártelo.
Recién la semana pasada un conocido que trabaja en el área de recursos humanos de una empresa me comentaba que se había metido a los perfiles de algunos solicitantes de empleo y varios ni siquiera llegaron a la entrevista por lo que vio. ¿Triste no? hasta donde tienen derecho las empresas en hurgar en tu vida privada y decidir que no mereces un buen trabajo por lo que haces o no en tu tiempo libre. Nos guste o no y mientras en nuestros países no se legisle nada al respecto, esto seguirá ocurriendo.
Si ustedes como yo, en su momento están podridos de un trabajo en el que ya no se sienten a gusto, si se frustran por que su jefe es un patán; no desperdicien su potencial ni el mundo de posibilidades que se están abriendo las nuevas tecnologías. Hoy más que nunca las oportunidades son más amplias para emprender.
El futuro está en crear empresas, crea la tuya. Existe la idea errónea de que para ser emprendedor y romperla en Internet debes crear el próximo Facebook. Cuanto daño hizo la película la Red Social…
Así no es la cosa señores, la situación tiene menos de glamorosa. Si ustedes deciden crear su propia empresa permítanme decirles que no es un camino fácil, Al contrario, es un trabajo duro el ser independiente. Así que si no tienes la pasión y las ganas sigue de ratón de oficina, espera mejor la paga mensual que te brinda tu patrón y no hagas caso.
En mi caso aproveché el potencial que brinda la tecnología en dos hechos fundamentales: 1) estar siempre conectado y 2) trabajar una imagen de como quería que me percibiera la gente a mi alrededor.
Llegó un momento en que lo que decía tenía cierta repercusión en mi entorno, después y de manera gradual este nivel de influencia se fue ampliando. En algunas herramientas y rankings de Twitter se me coloca al mismo nivel o por encima de los perfiles de medios tradicionales de televisión o prensa escrita.
Mi recomendación entonces es: aprovecha el potencial de la tecnología a tu favor, hoy más que nunca se han abierto áreas de oportunidad que se deben aprovechar. Diversos indicadores revelan que Latinoamérica es la zona de mayor crecimiento en relación a TI’s. El aumento de personas con acceso a Internet es notable, la proliferación de dispositivos móviles con cada vez más sofisticados y con pantallas más grandes permiten que la navegación sea más placentera, además de que la conexión y los planes de datos son cada vez más accesibles. Paradójicamente el atraso de nuestra región se presenta como una ventaja hoy en día; ahí donde algunos ven rezago, a mi me gusta ver un gran ventana de oportunidad para quien decida tomarlas.
En mi caso decidí que crisis era sinónimo de oportunidad. No me importó renunciar en lo más crítico de una crisis mundial y mucho menos en medio de una alerta sanitaria que tenía semi paralizado a mi país.
Un dato más: como académico de la Universidad Nacional, tenía derecho a pedir un año de licencia con goce de sueldo. Pude haberlo hecho para jugar un año a ser emprendedor; si no me iba bien, siempre estaba la posibilidad de regresar a mi trabajo con la cola entre las patas. ¡Pero no señores!.. Decidí que era momento de caminar sobre el alambre si red de protección y así lo hice. No había medias tintas; o lo hacía al 100% o simplemente no iba a enfocar mi energía en el nuevo proyecto que estaba emprendiendo en ese momento. En pocas palabras, no había vuelta atrás y borré de mi diccionario la palabra fracaso.
Desde ese día hasta hoy, (permítanme decirles) no ha habido un sólo día en el que me falte trabajo. Dinero si, pero trabajo afortunadamente tengo a montones… El no tener experiencia en crear empresa me ha llevado a irme adaptando, a veces replanteando y ajustando las velas conforme a las circunstancias.
Lo primero que empecé a hacer de manera casi natural fue monetizar mi hobby. Soy un apasionado de las redes como la mayoría de ustedes, que lance la primera piedra aquel que no se duerme revisando el Facebook o twitteando un: “Twitt Off”… Algunos estudios revelan que una gran cantidad de mujeres arriba de los 25 años lo último que hacen antes de irse a dormir es revisar su Faceboook. ¿Qué creen que harán estas mismas mujeres por la mañana? Adivinaron: Revisar su Faceboook…
De esta manera mi primera idea fue crear mi estudio de comunicación online: Isopixel One. Donde gestionamos y administramos comunidades on line. Era el momento del auge Social media en mi país; todas las marcas querían estar en Twitter y Facebook (no importaba para que) simplemente había que estar a la moda, aunque la realidad es que no tenían idea de como hacerlo ni para que había que estar allí.
Y pues nada, que el atascado de Isopixel era un “ninja” de las redes sociales y que conocía del tema porque era un súper usuario de las mismas. No engañaba a nadie, realmente así era y la gente de a mi alrededor así lo percibía. Así que de pronto me veo haciendo comunicación digital elaborando campañas y administrando perfiles por aquí y por allá.
Qué difícil trabajo ese de ser Community Manager, va mi más sincera admiración y el mayor de los respetos para los Communities Managers del mundo, las verdaderas whores del Social Media y tan poco reconocidas… Anotación al margen: Señores Communities Managers, valórense y valoren su trabajo, no lo regalen. Las grandes agencias cobran por el trabajo que ustedes realizan 4, 5, 6, 7 y a veces hasta más de lo que les pagan a ustedes.
Mis primeras aproximaciones en este medio son de prueba y error. No se sabe bien como cobrar ni como medir la efectividad del trabajo. Hoy en día existen métricas más tangibles para medir el retorno de inversión de las campañas; en aquel momento había que convencer a las marcas que lo que hacía era bueno para ellas. ¿Cómo? Elaborando investigación de la posición de su marca en medios online y de su competencia, además de desarrollar una estrategia coherente para ellos.
Generalmente y para poder quedarse con el cliente este proceso no se cobraba. ¡Error! Vuelvo a insistir no regalen su trabajo, la investigación también es trabajo y debe cobrarse.
El siguiente paso fue darme cuenta que algunas agencias y algunas marcas aprovechaban su posición para obtener trabajo más o menos barato en el mejor de los casos, lo más seguro es que te lo sacaran gratis… Además de que empezó una oleada de SME o Social Media Experts. Los Social Media Experts están por todos lados, llegaron los gurús y jodieron todo. Bien dicen por ahí: “Hay que beber del río antes de que lleguen los gurús a mear en él.”
Y fue lo que hice, no quise a entrar a competir aun mercado con sobre oferta de mano de obra. Prefiero no tener trabajo a tener que competir por clientes que paguen poco y que darán guerra como ninguno, hay demasiados becarios haciéndolo por tres pesos. No gracias, yo no le entro a este juego perverso.
¿Saben lo que hago ahora? Ahora doy consultoría y capacitación. No me afano en crear perfiles, agregar usuarios, responderles. Procuro no centrar el trabajo en administración ni gestión de comunidades. Lo que ofrezco ahora es mi know how… Es eso que al inicio regalaba para quedarme con los clientes.
Si una empresa quieren saber en que estatus se encuentra su marca o producto, con todo gusto le hacemos su investigación y los benchmarks que quiera. Si quiere una estrategia de comunicación en medios sociales, ok, se la hacemos a medida según sus necesidades y a la de sus clientes. Siempre pensando en objetivos de negocio. Conviene no vender humo, no hay cliente que por más optimista que sea y por más recursos que tenga, que al final no se de cuenta que le están vendiendo espejismos… Son esos vende humo los gurus que han ido al río a descargar…
Las estrategias Social Media deben estar orientados a resultados. Cuando le muestra a un cliente proyecciones reales de los resultados que puedes darle en cuestión de números es lo mejor que puedes hacer. Si otorgas valor tendrás clientes fieles que además te recomendarán.
Así me he mantenido desde hace un poco más de un año y medio. Ahora solo trabajo con clientes que realmente valoran el trabajo y pagan lo justo por el.
Además en este proceso tuve una Epifanía. A principios de año hubo un workshop de Adsense en las oficinas de Google en México, al cual asistieron una veintena de usuarios premium del programa Adsense. Es decir, personas que sus ingresos a través de esta herramienta eran bastante interesantes. Nadie revela cifras pero platicando con los asistentes y sacando conclusiones, el promedio era de unos 1000 dólares mensuales de ganancias.
No sólo eso, había al menos un grupo de chicos, no mayores de 23 años que tenían ingresos superiores a los 100 dólares y algunos otros hasta 200 dólares diarios… Hagan cuentas: estamos hablando de entre 3 mil y 6 mil dólares al mes. Aún con gastos, pago a editores y servidores, eso en mi país es algo muy, pero muy superior a lo que gana el profesionista promedio.
Ojo, estos chicos monetizan sus blogs sólo con Adsense; no los venden de manera directa.
Este hecho fue lo que marco lo que vengo realizando desde los últimos meses; es decir, Blogging y generación de contenidos.
Soy blogger de viejo cuño, vengo realizando esta actividad desde hace diez años y comercializo mi blog desde hace 7. Afortunadamente yo no dependo de Adsense, este sistema apenas representa el 30% de los ingresos de la red. Lo demás se comercializa a través de agencias o con anunciantes de manera directa.
Estos jóvenes que asistieron a ese workshop me dieron la pauta para retomar mi red de Blogs, ahora llamada Isopixel Network que consta de unos 11 blogs de diferentes temáticas: Diseño, gadgets, videojuegos, teléfonos celulares, deportes, estilo de vida y consumo.
La formula es simple: generas contenido de calidad, atraes usuarios. Y donde hay usuarios generalmente las marcas quieren anunciarse. Cuando generas una masa critica de usuarios y cuando los demás te consideran autoridad en la materia que elijas, estás echando a andar una maquinaria de generación de ingresos.
Los blogs los puedes comercializar de diversas maneras. Aunque la más frecuente es comercializar espacio para colocar banners de diversos formatos. La manera más sencilla de iniciar o al menos la que la mayoría utiliza es Google Adsense. También puedes vender posts, o links para link building y SEO. El mejor modo de vender enlaces es generando contenido, así otorgas real valor a la marca. Yo recomiendo no vender enlaces solamente, si no insertados dentro del contenido. Además la generación de contenidos se puede cobrar mucho mejor que colocar un simple link en el sidebar.
Desde hace años se viene proclamando la muerte de los blogs, han pasado ya casi catorce años desde que iniciaron y aún siguen dando de que hablar. La edición independiente es también una gran área de oportunidad; el secreto esta en proveer información de calidad y generar tráfico.
A eso vine, no a narrarles las historia de Mark Zuckerberg ni de Evan Williams, sino la experiencia de alguien como ustedes que un día se harto y decidió vivir de lo que realmente le gustaba hacer.
Ojalá se animen a generar empresas, no lo piensen dos veces. No comentan mi error de esperar 14 años para darse cuenta que si se puede, Háganlo con pasión y sin miedo, borren de su vocabulario la palabra fracaso. Lo que se obtiene en cada caída es experiencia para intentarlo una y otra vez. Si vas a equivocarte procura averiguarlo rápido, recoge lo que puedas e inténtalo de nuevo.